Indiscutiblemente, la admiración por el bello sexo ha sido históricamente la primerísima fuente de inspiración en todas las manifestaciones artísticas. Aunque probablemente no haya mucha diferencia desde el punto de vista hormonal, la diferencia entre el mugido de admiración del toro por la vaca y, digamos, el mármol de Antonio Cánova representando a Paulina Bonaparte como “Venus Victrix”, es simplemente abismal.O el sonido de Something, que George Harrison compuso inspirado en la belleza de Pattie Boyd. O el de Layla, de Eric Clapton, también inspirada en la susodicha Pattie…